martes, 18 de octubre de 2011

Jazz-poesía

Quizás lo más conocido de la generación Beat y en gran parte, mucho de lo que nos han legado, sea su rebelión contra el conformismo obligatorio que se promulgaba desde los grandes estamentos americanos. En una era dominada por los temores de la Guerra Fría un grupo de jóvenes escritores hablaba impúdicamente  de sexo salvaje, desarraigo, uso recreativo y espiritual de las drogas (y por tanto defensa acérrima de ellas) y un gusto magnético por lo marginal. Desde el punto de vista literario, añadieron desvergonzadamente la improvisación como eje creativo para la introducción de textos experimentales de todo tipo, que versaban sobre temas anteriormente inaceptables como eran los indios americanos, las religiones orientales, la homosexualidad, la resistencia al reclutamiento obligatorio, y todo ello cargado de una capacidad crítica, un pesimismo lírico y un humor ácido y corrosivo deslumbrante.
Además divulgaron algo que de alguna manera ya era sabido: el jazz y la poesía se combinan y se complementan. Ellos lo vieron claro y por eso además de plagar sus textos de referencias jazzísticas adoptaron una forma de escribir que aunaba la improvisación, el vértigo y la soltura de los músicos de aquel entonces (Miles Davis, Chet Baker, Charlie Parker, Duke Ellington, Thelonious Monk y demás figuras emblemáticas del bop). Para profundizar un poco más en el machihembramiento de estas dos formas artísticas, añado aquí el enlace del artículo de Rodrigo Araújo Montero aparecido en “Litoral”, publicación española de poesía, arte y pensamiento y que se titula Acordeimagen (Notas sobre jazz y poesía).

Por último y para distendir un poco el tono académico del articulo de Araújo, transcribo a continuación un breve resumen cogido de la novela gáfica The Beats con texto de Harvey Pekar:
"El jazz-poesía alcanzó su máxima popularidad a finales de los 50 y principios de los 60, pero Kenneth Rexroth afirma que ya estaba experimentando con eso en 1927 en Chicago. Trabajó con un grupo llamado The Austin High Band, que incluía a jóvenes músicos que más tarde serían admirados. Su favorito era Dave Tough, un bateria sobresaliente conocido por su estilo de vida bohemio y por su impresionante intelecto. Rexroth afirmaba que Tough era un poeta original y destacado.
En los años 30 no había mucho interés por el jazz-poesía, pero Rexroth siguió insistiendo, trabajando con Charles Mingus durante la segunda guerra mundial. Luego Rexroth trabajó en el Cellar, un club de San Francisco cuyos propietarios tocaban en el grupo de la casa.
Lentamente el jazz-poesía obtuvo reconocimiento. El poeta Kenneth Patchen experimentó con él. Otro notable exponente del jazz-poesía fue Bob Kaufman, que tenía un padre alemán judío y una madre católica negra de Martinica. Kaufman fue una presencia notable en San Francisco en los 50 y a principios de los 60.
Luego Steve Allen, un pianista de jazz, grabó con Jack Kerouac cuando se había hecho famoso. Más tarde Kerouac grabó con las extrellas del saxo tenor Al Cohn y Zoot Sims. El disco fue bien recibido.
El jazz-poesía estuvo "in" entre los bohemios de los 60, y siguió siendo popular durante un breve preiodo de tiempo antes de pasarse. Sin embargo, el jazz-poesía sigue siendo una forma artística viable, y podría reanimarse de forma constructiva en cualquier momento."

P.D: no hace mucho los poetas Joan Margarit y Pere Rovira dieron un concierto-recital llamado "Palabra de jazz" junto con el trío de jazz formado por Perico Xambeat, Xabier Monge y Rai Ferrer.