Como todo tiene que tener un principio, y para algunos el origen está en el nombre, empezaremos por explicar el título del blog. Hace algunos años tuve el impulso de crear un blog con el título de El Muladar, que por aquél entonces aún no tenía dueño, pero por razones ajenas a mi persona -que al final se convirtieron en propias- el blog se quedó en amago y el título se esparció como la pólvora. Ahora, que vuelvo a tener las ganas y el tiempo para enfrentarme al puto folio, que decía un escritor, me encuentro con la duda inicial de titular esta mierda. Entre las opciones que barajaba, Limón en la llaga (demasiado manido), En el cielo del muladar (un tanto bizarro, aunque durante un breve lapso de tiempo ha sido la URL del blog debido a que los vericuetos de la red son inescrutables para mí ) o algunas otras copiadas de grupos que nunca llegaron a nada (aunque por el nombre se lo merecieran) como Eructo Interior Bruto o así, elegí finalmente incluirme en el título y unirlo a ese otro primigenio, quizás en homenaje o por cutre-romanticismo (seguramente por que tampoco se me ocurría nada mejor) y también porque me da pié a escribir otra entrada (eso sí, sin prisas y cuando me plazca) sobre mi nombre que evidentemente no es el mio. Sobre justificaciones de por qué este blog, temas que se van a tratar y otras explicaciones al uso, dejaré que sean las propias entradas las que vayan destilando las respuestas. Así que sin más sed bienvenidxs.